Excursión a Riaño (León) 18 a 20 de septiembre de 2015

Después de año y medio sin vernos, qué mejor manera que celebrar el reencuentro saliendo de minas, en esta ocasión al entorno de Riaño, en el norte de León, aprovechando la visita previa que realizaron los Arenas en verano.

Cocido de la cena del viernes.
El punto de encuentro fue nuestro campo base, el hostal Riaño, donde nos trataron a las mil maravillas y pudimos alimentarnos como cosacos para cargar las pilas para las excursiones. El primero en llegar fue Ángel el viernes hacia las 20.30, quien cenó un cocido y un filete mientras esperaba la llegada del resto. Juan Carlos con Marimar y los chicos llegó hacia las 23.30 y los últimos en llegar fuimos los Arenas, Eloy y yo, que llegamos a la 01.15 y gracias a las gestiones de Ángel y la amabilidad de los dueños del hostal pudimos cenar una tabla de embutidos, otra de queso y para mi un cocido para chuparse los dedos. Entre una cosa y otra nos dieron más de las 2 que nos fuimos a dormir ya que el sábado nos habíamos citado a las 08.30 para el desayuno.

Marimar con Unai camino a la mina Escarlati.
Tras tomar un buen desayuno, nos trasladamos al puerto de las Señales para caminar 15 minutos por una pista que nos dirigiera a la mina Escarlati para picar cinabrios. Después de mirar un poco por las escombreras nos metimos al nivel inferior Ramón, Luis, Ángel, Inés, Juan Carlos, Eloy y yo, quedándose fuera Marimar con el pequeño Unai. Hicimos un pequeño recorrido por el socavón inferior, viendo el plano inclinado, el polvorín, y un par de tajos explotados. En el tope de una galería había un derrumbe por el que pasamos Ramón, Ángel, Eloy y yo para continuar explorando la mina, llegando una explotación con algunos pilares de mineral, carretillas abandonadas y algunos cartuchos de explosivo abandonados, donde estuvimos haciendo fotos y sacando muestras. 
Vista de la mina Carmina desde la carretera que une el Puerto
de Tarna con el Puerto de las Señales.
Vista desde el Puerto de las Señales hacia el valle de Maraña
 cubierto por las nubes matutinas.
Ángel ingresando al socavón inferior de la mina Escarlati.
En la conexión del plano inclinado para la descarga en
vagonetas y su extracción por la galería de arrastre.
Vista de un pozo para descender a un nivel inferior en la
mina Escarlati.
Cosme y Ángel bajo el sostenimiento de madera para proteger
la galería de arrastre en una zona tajeada.
Ángel atravesando el derrumbe de la galería.
Eloy atravesando el derrumbe de la galería.
Reconociendo labores de la mina Escarlati.
Detalle de la mineralización de cinabrio en los rellenos de calcita
en calizas silicificadas.
Por su parte, Juan Carlos con Inés y también Luis salieron fuera a ver el resto de labores y picar por la escombrera mientras nosotros estábamos en el interior, que echamos la mañana viendo la mina y picando.
Cristal de cinabrio en calcita.
Fisura de roca silicificada con pequeños
cristales de cuarzo.
Para comer nos movimos a Maraña, donde nos sirvieron una sopa de pollo con fideos y de segundo el pollo "Maraña" que nos dejó completamente saciados, acompañados de las respectivas cervecitas previas, vino en la comida y el patxaran de rigor.

Vista de la escombrera sobre la ladera desde su parte inferior.
Vista de la bocamina de la galería.
Entre una cosa y otra, nos dieron las 6 de la tarde cuando salimos del restaurante con dirección a la mina Media Luna, una pequeña explotación de manganeso localizada en la ladera sureste del macizo de Mampodres, justo en el contacto de las calizas del Carbonífero Inferior de la escama cabalgante de Riosol-Mampodre sobre los materiales del Grupo Maraña (lutitas con olistolitos calcáreos del Carbonífero Superior). Después de rebuscar por la ladera, terminé subiendo a unos restos de muros que resultaron ser la mina, mientras desde abajo llamaban para que bajase y regresáramos a Riaño ya que se estaba haciendo de noche. Al ver que no bajé, subió Ramón a buscarme y con él pudimos recorrer una pequeña de galería de aproximadamente 25 m de longitud que corta la capa y tiene un poco de desarrollo siguiendo la capa. Los muros que se observaban eran el embarque de un cable para bajar el mineral, cuyo fin seguramente sea unos restos que se observaron cerca del final de la pista de acceso.
Vista del interior de la galería.
Vista del valle de Maraña desde la bocamina. Se observan
varios olistolitos de caliza del Grupo Maraña.
Restos mineros en la zona inferior de la mina Media Luna.
Al regreso a Riaño, cayeron unas cervecitas para recuperar energías e hidratarnos adecuadamente previas a la ducha. La cena en base a txuletones y ensalada para bajar la carne hizo que terminásemos completamente saciados y nos fueramos pronto a descansar. 

Mientras tomábamos el café de después de la cena, con los correspondientes digestivos, estuvimos Juan Carlos y yo buscando información de la mina de La Rasa para hacer una visita el domingo por la mañana, que localizamos en un olistolito de caliza del Grupo Maraña, siguiendo una pista desde Villafrea de la Reina a Valverde de la Sierra. Debido al cansancio acumulado de todo el día, nos retiramos a descansar fijando la hora de quedada el domingo a las 9.30 de la mañana para ir a buscar la mina de La Rasa.

El domingo tomamos el desayuno y nos dirigimos hacia el punto donde supuestamente se encontraba la mina, llegando a Villafrea de la Reina Ángel se despidió de nosotros ya que debía ir a Benavente por lo que seguimos el resto hasta la mina. Afortunadamente las pesquisas realizadas la víspera resultaron buenas y pudimos dar con la mina en el primer intento. Después de una pequeña caminata hasta las escombreras, pronto empezamos a encontrar muestras de minerales secundarios de cobre, entre los que destacaron la malaquita, unas azuritas con brillo y pinta de linaritas y calcantita.

Vista de las escombreras de la mina La Rasa.
Ramón en una de las bocaminas de la mina La Rasa.
Vista de una bocamina.
Buscando muestras en la escombrera principal.
Recogiendo muestras en la escombrera.
Bajando de la mina.

Llegada la hora de la comida, fuimos a Boca de Huérgano a comer unos bocatas y raciones, que para cuando nos levantamos nos habían dado las 5 de la tarde y emprendimos el regreso a Madrid, haciendo una pequeña parada en Besande para fotografiar los restos de un castillete.

Vista del castillete de Besande.

Para una próxima visita queda pendiente visitar:
  • la mina Carmina en el puerto de Tarna, 
  • la mina de fluorita de la Peña de la Cueva en Burón,
  • la mina Americana en Oseja de Sajambre,
  • la mina El Pedrazal en Maraña,
  • la mina Respina en Puebla de Lillo,
  • volver a la mina La Rasa y otras labores identificadas sobre Google Earth, e
  • investigar la mina de Besande.
Un saludo,
Cosme

Nota: las fotos son sacadas por Eloy, Ángel y por mi.

Excursión a las minas San Maximiliano y San Narciso

Hola a tod@s,

Aprovechando los días en San Sebastián, hoy he estado paseando por unas antiguas explotaciones de Zn-Pb cercanas, localizadas en Ventas de Irún, próximas a las conocidas minas visitables de Arditurri: las minas San Maximiliano y San Narciso.

En el Pais Vasco existen tres tipos fundamentales de yacimientos de Pb-Zn (EVE & ITGE, 1991: Mapa Geológico del País Vasco a Escala 1:200.000):
  1. Mineralizaciones de Pb-Zn encajadas en los materiales paleozoicos del Macizo de Cinco Villas,
  2. Mineralizaciones de Pb-Zn relacionadas a bordes de diapiro, y
  3. Mineralizaciones de Pb-Zn encajadas en los materiales del Complejo Urgoniano (y puntualmente en los materiales supra-urgonianos).

En el caso de los yacimientos mencionados (San Narciso, San Maximiliano y Arditurri) se trata del primer grupo: mineralizaciones asociadas al Macizo de Cinco Villas, del cual han sido las principales explotaciones. Todas estas explotaciones ya fueron trabajadas en época de la ocupación romana de la Península Ibérica, como acreditan los restos hallados y otros indicios (ver al final del post links relacionados), así como la fundación de la población de Oiasso (la actual Oiartzun).

En la bibliografía, las minas de San Maximiliano y San Narciso me imagino que se han tratado en conjunto como la mina San Narciso. Según la descripción de la memoria del Mapa Geológico del País Vasco a Escala 1:200.000 (EVE & ITGE, 1991), en la mina San Narciso existe una gradación en la mineralización filoniana desde el cuerpo granítico no aflorante que comienza (desde la zona proximal a la distal) con cuarzo-siderita, que pasa gradualmente a siderita-esfalerita (escasa) en zonas intermedias, y según aumenta la distancia al intrusivo aumenta la esfalerita y aparece la fluorita, cuando decrece la esfalerita comienza a aparecer galena (escasa) y aumenta la fluorita, terminando con altos contenidos de fluorita, escasa esfalerita y muy escasa galena. Se cree que la intrusión de estos filones se produjo muy probablemente en las últimas fases de la Orogenia Hercínica, inmediatamente después de la intrusión de los materiales graníticos (EVE & ITGE, 1991), ya que están emplazados en materiales deformados compuestos por una alternancia de esquistos y grawackas del Devónico Superior - Carbonífero Westfaliense (IGME, 1975: Mapa Geológico de España Escala 1:50.000 - Vera de Bidasoa; 2ª Serie, 1ª Edición).

Además, la ficha preparada por MTI Blog para la mina San Maximiliano (en base al trabajo de de J. Valdés Leal, 1963. Estudio Geológico y Geotécnico de la zona comprendida entre Oyarzun, Irún y Monte Aya (Guipúzcoa)) indica que se trabajaron desde comienzo del siglo XX hasta 1933, por la Real Compañía Asturiana de Minas, dos filones (San Maximiliano y La Manuela) paralelos con dirección aproximada N50-60ºE y corrida inferior a 500 m y desarrollo vertical de 250 m. La mineralogía de dichos filones consistió en fluorita, esfalerita, galena y calcopirita en una ganga de pirita, marcasita, cuarzo, barita y carbonatos.

Por otro lado, la Enciclopedia Vasca Auñamendi, haciendo referencia a la mina San Narciso, indica que se explotó un filón de galena argentífera por la Real Compañía Asturiana de Minas desde 1857 mediante un pozo que llegó a los 300 m de profundidad. En dicho resumen también hablan que la ley fue del 2-3% galena, con un contenido en plata de 1.5 kg/Tm para el concentrado de galena.

Para el tratamiento de la galena de las minas guipuzcoanas, la Real Compañía Asturiana de Minas instaló en Rentería una fundición de plomo.

En 1981, tras la compra de las explotaciones de zinc de la Real Compañía Asturiana de Minas (de capital belga) por la Asturiana del Zinc S.A. (AZSA, de capital español) debido a la fuerte crisis del zinc, las minas de zinc guipuzcoanas pasaron a manos de AZSA, excepto la mina Troya, propiedad de EXMINESA.

El acceso hasta ambas explotaciones abandonadas se puede realizar en coche. En mi caso, desde San Sebastián por la AP8 hasta la salida de Fuenterrabía / Irún, y tomando el desvío hacia Ventas de Irún.

La primera parada la realicé en la mina San Maximiliano en el barrio Ventas, nº 42, que se encuentra completamente cubierta por la vegetación, aprovechamiento de las antiguas edificaciones y construcción de nuevas viviendas. En el entorno se encuentran restos de las construcciones de la mina, así como dos pequeñas escombreras completamente cubiertas por la vegetación. Al haber ido con la perrita, Ayla, que se asustó mucho con los perros presentes en la zona para cuidar del poco ganado, y estar además todo vallado, no me acerqué mucho a los puntos. Dedicándome únicamente a dar un paseo para tomar fotos de los restos y luego un paseo por los alrededores para investigar la posible presencia de más restos, pero no hubo fortuna.

Pista de acceso llegando a San Maximiliano, con una retroexcavadora
en una de las escombreras.
Vista de la escombrera situada a la izquierda de la pista,
completamente colonizada por la vegetación.
Vista de la otra escombrera, situada frente a la mostrada en la imagen anterior,
al otro lado de la pista que accede hasta San Maximiliano.
Posible garita del guarda de la mina San Maximiliano.
Restos del castillete de la mina San Maximiliano.
Posible restos de un plano inclinado para bajar mineral de niveles superiores.
Restos de un depósito de agua cubierto por vegetación en el
entorno de la mina San Maximiliano.
Fotografía en el alojamiento rural Palacio San Narciso que muestra la
explotación de la mina hacia el año 1913 en pleno apogeo.
Fotografía mostrando la mina San Narciso hacia 1986.
Tomado de: Auñamendi Eusko Entziklopedia - Fondo Bernardo Estornés L.
Fotografía de Garikotz Estornés Zubizarreta.
A continuación me dirigí a la mina San Narciso, situada en el barrio Olaberria, nº 86, que tampoco quedan restos ya que se encuentra localizada bajo las construcciones y el parking de caravanas. Sin embargo, en San Narciso se mantiene en pie la casa de la mina, actualmente reformada y que cuenta con un alojamiento de turismo rural (más información en www.nekatur.net/sannarciso). Al no ver nada de la mina, decidí preguntar en el alojamiento y hubo suerte, ya que la señora que lo atiende muy amablemente me comentó un poco la historia del Palacio San Narciso y que cuando lo quisieron poner en marcha hablaron con un historiador asturiano para lograr más información sobre las minas, por desgracia sin mucha fortuna, debido a que la explotación de la mina la realizó la Real Compañía Asturiana de Minas y el final posiblemente correspondió a Asturiana del Zinc S.A. (AZSA), quien también trabajó el cercano Coto Arditurri hasta 1984.

En el salón comedor tenía una foto ya bastante descolorida, fechada supuestamente en 1913, con una vista general de la mina y el Palacio, que amablemente me permitió fotografiar y copio a continuación.

A continuación, y saliendo un poco del hilo, subo una foto que he encontrado en internet de la mina de San Narciso en 1986, con las escombreras parcialmente reaprovechadas y la casa-palacio de San Narciso en ruinas. Así como dos imágenes que tomé en el paseo, una del estado actual de la casa-palacio y otra de la explanada de la mina.
Situación actual del Palacio San Narciso completamente restaurado.
Vista de las antiguas explotaciones de la mina San Narciso, actualmente
ocupadas por viviedas y un parking de caravanas.
Cascada del arroyo Altzubide tras su paso canali-
zado bajo la mina San Narciso.
También me comentó que de la mina que se observaba en la foto no quedaba nada, pero sí una galería por la parte trasera de la montaña, a la que se podía llegar caminando a través de una pequeña senda por el bosque siguiendo el curso del arroyo Altzubide, el cual circula por debajo de la mina debido a una canalización cubierta hasta aparecer un poco más al norte en una pequeña cascada. De igual manera me habló de un agujero que tapiaron en el parking de caravanas, pero no tenía más información, y al no estar presente el dueño de dicho espacio no pude realizar más averiguaciones.

Con la información dada, siguiendo la carretera GI-3452 hacia el norte, y al llegar a la curva bajar por la senda hasta cruzar el arroyo después de la cascada, siguiendo la huella no había pérdida para llegar a la galería mencionada (ver el plano a continuación), de la cual cuentan las leyendas que continúa en línea recta hasta otra zona minera.


Camino para llegar hasta la galería de desagüe de la mina San Narciso sobre el arroyo Altzubide.
Galería de desagüe de la mina San Narciso.
Una vez llegado al punto de la galería, parcialmente cubierta por vegetación, pero igualmente notable el trabajo sobre la ladera para realizar el emboquille, lo que más llamó mi atención fue la falta de escombreras y la salida de agua, por lo que estaba claro que se trataba de la galeria de desagüe de la mina San Narciso, vertiendo sus aguas en el arroyo Altzubide. Al no llevar las botas de agua ni el frontal no entré la galería, decidiendo continuar el camino para investigar, pero tampoco hubo suerte, únicamente una pequeña excavación sobre la ladera con un derrumbe, y al llegar a las viviendas procedí a regresar el camino andado.












Durante el camino de vuelta encontré un bloque de filón de cuarzo cubierto de barro, que al partirlo mostró la existencia de dos tipos de cuarzo:
  1. Cuarzo I, negruzco, con pirita diseminada, formando fragmentos de una brecha hidrotermal;
  2. Cuarzo II, grisáceo, que engloba el fragmento de cuarzo I-pirita, con un poco de cobres grises
  3. Barita, blanca, rellenando espacios vacíos y reemplazando a los dos cuarzos.
Aunque no hubo mucha suerte en cuanto a restos mineros y menos aún respecto a minerales, fue una agradable mañana paseando y conociendo un poco más acerca de la historia minera de Guipúzcoa.

Espero que os hayan gustado las fotos y os pediría si alguno tiene información relativa a estas minas que me la haga llegar para complementar este post.

De momento, y a parte de los links colocados a lo largo del texto, dejo algunos links con algo de información extra para no perderlos y también por si alguien desea investigar un poco más:
Noticia en El Diario Vasco de 19/agosto/2006
María Mercedes "Mertxe" Urteaga Artigas (2012), La Minería Romana en Gipuzkoa y el distrito de Oiasso (Irún). In Almudena Orejas & Christian Rico (eds.) Minería y metalurgia antiguas: visiones y revisiones - homenaje a Claude Domerge. Casa de Velázquez.
Cosme