Museo de Ciencias Naturales de Álava - ámbar de Peñacerrada

Aprovechando mi última visita a mi tierra (Donosti) decidí hacer, por fin la visita al museo. No tuve que madrugar en exceso ya que el autobús salía a las 9.15 de la mañana. Llegué a Vitoria-Gasteiz hacia las 10.30; y en un breve paseo de menos de 10 min. ya estaba en el museo. Lo primero que me sorprendió es su pequeño tamaño, acostumbrado a los museos de Madrid (el Geominero) y otras ciudades (Londres, Nueva York, Paris, etc).

El museo está estructurado en varias plantas: en la planta baja visité la exposición permanente sobre el ámbar de los yacimientos de Peñacerrada (Álava),  al que quiero dedicar este post.

Se trata de un ámbar del Cretácico inferior, aflora en una serie terrígena de areniscas y lutitas carbonosas de la formación Nograro (Aptiense superior a Albiense medio, entre 100 y 110 M.a.); de los más antiguos conocidos en todo el mundo.

Mediante una serie de pantallas táctiles interactivas, se puede conocer el origen y formación del ámbar, su singularidad e importancia científica. así como la geología de los afloramientos. Una de las vitrinas estaba dedicada a las diferentes maneras de presentarse el ámbar en la naturaleza, así como morfologías de flujo por deformación tectónica.

un "tronquito" de ámbar en matriz.
Pequeña vetilla (aprox. 1 cm) de ámbar.
En otras vitrinas jugaban con la fluorescencia del ámbar, de la que desgraciadamente no pude sacar ninguna foto decente. En otras había unas láminas gruesas de ámbar con la luz por debajo para resaltar sus estructuras. En varias muestras se observaba claramente la disposición y crecimiento concéntrico, sumamente vistoso.
Formas de crecimiento en el ámbar.
 El ámbar permite obtener información muy valiosa sobre el clima y especies formadoras. Además, hay veces en que presenta inclusiones fósiles (insectos, moscas, restos de plantas, incluso pequeños animales) e inclusiones fluidas del agua de lluvia o agua de condensación de rocío. La presencia de dichas inclusiones, especialmente en tamaños visibles a ojo, es un hecho poco común. Dichas inclusiones fósiles, la edad (Cretácico inferior) y los árboles de procedencia (diferentes a los conocidos en el resto de yacimientos de ámbar mundiales) hacen de este ámbar un material de enorme importancia científica.

En una de las vitrinas  se observaba diversas muestras con inclusiones fósiles procedentes de Peñacerrada, se trata de pequeños insectos que, desgraciadamente, me resultó imposible fotografiar. Sin embargo, en una vitrina adyacente se mostraba una colección de inclusiones fósiles de gran tamaño procedente de otras localidades.

Inclusiones fósiles vegetales (ramitas, hojas,...)

Inclusión fósil animal, una mosca atrapada en el ámbar.

Otra hoja atrapada.
 Para completar la exposición, el Museo se ha dotado de una réplica de una cabeza de un T-rex y diversos ejemplares de huevos y nidos de dinosaurio de aquel periodo.


Huevo de dinosaurio de unos 20 cm.
Para aquellos a los que os interese el tema del ámbar os recomiendo un libro en francés L'ambre Miel de Fortune et Mémoire de Vie que ya solo por las fotografías merece la pena. Para conocer más sobre el yacimiento de Peñacerrada, hay abundante documentación y publicaciones, yo conseguí hace poco un monográfico editado por el museo con los trabajos presentados en el World Congress on Amber Inclusions de 2008, organizado por el Museo en Vitoria-Gasteiz.

En otro post hablaré de la magnifica colección de mineralogía ibérica que tiene el museo. Un saludo,

Cosme

Las Glauberitas de Chinchón

Hola a tod@s,

Hoy voy a narrar una excursión que hicimos el pasado 14 de octubre de 2011. Ya llevaba bastante tiempo sin ir de picoteo y hablando con Carlos, decidimos ponerle fin. También se animó Laura, que llevaba mucho tiempo pidiendo que hiciésemos una excursión mineralógica. Por último, hablamos con Ramón, para que también se animase y de paso conociera esta curiosa explotación subterránea madrileña. Me refiero a las Minas del Consuelo, una preciosa mina de glauberita explotada por el método de cámaras y pilares.

La glauberita es un sulfato doble de calcio y sodio. Su nombre alude a Johann Rudolf Glauber (1604-1668), un químico alemán. La etimología proviene de su principal aplicación industrial: la obtención de la "Sal de Glauber" (sulfato de sodio) mediante un proceso de disolución y precipitación controlada. En caso que estáis interesados, podéis consultar la página web de mindat.

Estas glauberitas son un clásico madrileño, sin embargo, ha habido muchos errores en la localización de la mina, ya que generalmente todo el mundo (y me incluyo) la colocaba en el municipio de Ciempozuelos, pero tal y como se puede ver en el foro FMF, pertenece al municipio de Chinchón. Para rizar más el rizo, el acceso se realiza desde San Martín de la Vega.

Nos citamos a mediodía Laura, Carlos y yo en la Escuela de Minas, para ir a hacer algo de compra y recogerle a Ramón, quien salía a las 2:30 de clases. Entre pitos y flautas, llegamos a la mina en torno a las 3:30 con más hambre que el perro de un ciego, con lo que dimos buena cuenta de nuestras viandas.

Bocamina de entrada.
La llegada a la mina es bastante sencilla y, además vistosa. Se localiza en unos paredones de materiales detríticos y evaporíticos en la margen izquierda del río Jarama. El nivel salino destaca por el color blanco de las sales. Al pie de las paredes, en la vega del Jarama, se encuentran las explotaciones de áridos (las graveras) en los aluviones.

Estos farallones están compuestos por una alternancia de pequeños bancos decimétricos de ambientes de colmatación con alternancia de lutitas y sales, sulfatadas principalmente, como yeso, glauberita, thenardita, etc. Se trata de la Unidad Inferior del Mioceno Madrileño.

Llegando a la mina del Consuelo.
Carlos y Ramón inspeccionando el nivel con las glauberitas.
Ramón dale que te pego a ver si aparecía una geoda.
Laura revisando un pilar para ponerse a picar.
Carlos al ataque.
En general, terminamos muy contentos, no tanto por las piezas (mejor dicho su ausencia) sino por haber podido pasar un agradable día de campo fuera de Madrid y limpiar nuestros pulmones: desde nuestra posición era claramente visible un champiñón negro sobre Madrid.

Para terminar, me gustaría colocar un par de fotos tomadas en una excursión previa (alla por un lejano 2008 con gente del GMM).
Atardecer desde el interior (foto de 2008).
Cristal de glauberita en matriz, recién extraído (foto de 2008). 
Un saludo,

Cosme

Retomando buenas costumbres - Mina Primitiva (Bilbao)

Siguiendo con el post anterior, estas fiestas también aproveche a hacer otra escapada. En esta ocasión fui a Bilbao para salir con Juan Carlos a visitar minas, el plan previsto fue visitar la mina Primitiva. Por la información que disponía Juan Carlos, tomada de MTI, la mina Primitiva se encontraba junto a la planta de tratamiento de residuos urbanos de Zabalgarbi. Nuestro plan fue dirigirnos a Kobetamendi, para investigar una de las canteras que se encuentran en la zona y posteriormente bajar por el monte hasta la mina por la parte de detrás del Zabalgarbi.

Vista de Bilbao desde Kobeta.
En Kobeta afloran unos filones de cuarzo con cristales de limonita ps. pirita de unos pocos mm, que aprovechamos a recoger. Juan Carlos, además, encontró una bonita drusa de cuarzo. De allí nos dirigimos a una cantera que se observa desde Bilbao, sin embargo, dicha cantera la estaban utilizando para depositar los residuos que estaban extrayendo de una obra y no pudimos hacer nada, así que continuamos hacia Arraiz.

Plano con las rutas verdes de Bilbao, la excursión se movió alrededor de la zona marcada con el círculo rojo de Arraiz.
Desde nuestro punto estabamos sobre la mina y la cantera Primitiva, así como encima del Zabalgarbi; vimos varias verjas cerrando los caminos, pero nos animamos a hacer la prueba y bajar andando a encontrar la mina, cerca de nuestro destino (la cantera Primitiva) tuvimos que desistir por la gran altura de las vallas, que nos obligaron a regresar. Por la subida, siguiendo un camino diferente, llegamos a un pozo, con toda la pinta de ser minero, que, por desgracia, estaba rodeado de zarzas y no pudimos asomarnos. Continuamos explorando la zona superior del monte mientras regresabamos hacia los coches, encontramos una pequeña cantera sin ningún interés a primera vista, y de ahí bajamos a los restaurantes de la zona. 

En la casa de Galicia nos pedimos unos riquísimos huevos con chorizo, huevos con jamón y una ración de pulpo, regados de cerveza. De postre un cafecito y el dueño nos invitó a unos chupitos de un licor de orujo casero (preparado por él) más suave de lo normal del que dimos buena cuenta

Una vez en el coche, nos dirigimos hacia Kastrexana para acceder desde el Zabalgarbi, que esta vez, sí tuvimos suerte y pudimos llegar a las antiguas labores subterráneas de la Primitiva. Juan Carlos, además, iba revisando todo el material que habían depositado para las obras del Zabalgarbi y tuvo la fortuna de encontrar un bonito coral en matriz de caliza.

Aprovechamos los últimos restos de luz para hacer las fotos, hicimos una pequeña incursión en la mina sin posibilidad de acceder ya que no disponíamos de cuerdas y de ahí vuelta al coche sin haber visitado la cantera Primitiva, donde aflora un filón de cuarzo con secundarios de cobre y que tendré que visitar un fin de semana cuando no estén los obreros de las obras de ampliación del Zabalgarbi.

Torreta para la maquinaria de extracción de mineral por el plano inclinado, a punto de ser devorado por el Zabalgarbi.

Estado de abandono de la torreta.

Restos de la polea de extracción, en el tambor todavía queda el cable enrollado.

Vista al socavón de entrada al plano inclinado desde la torreta. Las obras de ampliación del Zabalgarbi están afectando a todo el conjunto. Por el camino de hierba, se llega al otro acceso de la mina, a niveles por encima del plano inclinado.

Acceso al plano inclinado. Se encuentra vallado y cerrado.

Otra bocamina de acceso a mina Primitiva.

Vaciado del nivel mineralizado, quedan en pie los imponentes pilares.

Antigua caja de madera, para almacenar muestras de testigos de sondeos.

Juan Carlos inspeccionando una zona con óxidos de hierro en la entrada de la mina.
A la vista de estas imágenes, uno piensa en la hipocresía de los políticos ya que por un lado apoyan el Museo Minero de Gallarta, con la otorgación de Bien de Interés Cultural a la Mina Concha, a escasos 25 km de distancia, otro yacimiento languidece ante el avance de las obras sin que nadie se proponga tener un mínimo de cuidado. No es cuestión de invertir dinero, sino de tener sentido común y cuidado, de aprovechar este patrimonio y complementar con un poquito de la historia minera Bilbaina una posible visita de colegios, institutos, universidades y gente interesada al Zabalgarbi.



Retomando buenas costumbres - Mutiloa y Zerain

Las pasadas fiestas navideñas pude aprovechar a hacer un par de escapadas cerca de San Sebastián. La primera fue con un antiguo amigo, Igor, a los cotos mineros de Mutiloa y Zerain el día 30 de diciembre a, como muy bien lo bautizó Igor, "la última picada del año".

La primera parada la hicimos en Mutiloa, en las faldas del monte Peatza, derivación del vocablo meatze, mina en euskera. Dicho monte está completamente horadado, siendo la explotación más importante la mina Troi Zahar (Troya Vieja en euskera); en contraposición a la mucho más conocida, cercana y reciente mina Troya. Las diferencias entre ambas son apreciables: Troi Zahar explotó una capa de mineral de hierro y Troya una grupo de cuerpos de reemplazo de Pb-Zn en calizas.

Las instalaciones de una y otra, o mejor dicho lo que queda de ellas, están en la misma zona. A nuestra llegada, tras una parada en los interesantes paneles explicativos sobre la minería de hierro en Mutiloa, nos acercamos a la zona de machaqueo del mineral, donde tuvimos la gran suerte de encontrarnos con las dos arqueólogas que vienen recuperando todo el entorno minero de Mutiloa.

Panel explicativo sobre la minería en Mutiloa.
Nos comentaron las labores que venían realizando. Habían comenzado en Ormaiztegi (aguas abajo de la regata Troi) con el apuntalamiento de los antiguos almacenes de mineral; remontando el río, habían recuperado las veredas y los diques de contención de finos; actualmente, estaban con la recuperación de la antigua zona de lavado y machaqueo del mineral procedente de Peatza. La última fase de actuación sería la recuperación de las explotaciones para poder observar en su conjunto la historia minera de esta zona del Goierri. Si algún día llegan a leer estas líneas, un saludo y muchas gracias por las explicaciones.

Tolva-dispensador del mineral listo para el traslado al ferrocarril de Ormaiztegi.
Regresamos al coche, tomamos un hamaiketako, cogimos los bártulos, comprobamos los frontales y las pilas y nos fuimos caminando hacia la bocamina de Troi Zahar. Antes de llegar, y tal y como nos habían comentado, observamos una pequeña galería junto al arroyo que no investigamos por haberse utilizado como galería de desagüe.

Bocamina de la galería de desagüe, entre la maleza.
A nuestra llegada a la mina, me sorprendió la altura de la explotación, un vaciado por cámaras y pilares de aproximadamente 6-7 metros de altura con unos pilares imponentes que resistían los embates del tiempo. Tras un breve recorrido constatamos que no se podía progresar por los derrumbes, con lo que recolectamos algunas muestras de aragonitos de neoformación y regresamos al coche.

Igor junto a uno de los pilares.

Nuestro siguiente destino era la cantera de Troya, donde se obtenían bonitos cristales aciculares de malaquita, así como otros secundarios con cobre como la auricalcita. Sin embargo, una equivocación en el camino, que lo tomamos en sentido opuesto y salimos a la carretera hacia Zerain, con lo que nos dirigimos directamente hacia allí, dejando la cantera para futuras excursiones.

El destino de la siguiente parada fue el coto Aitzpea (o Aizpea), de Zerain, otra explotación de hierro en el Goierri. De esta zona, resaltar el pequeño museo, que no pudimos visitar por estar cerrado, junto a los hornos de calcinación del mineral que se han recuperado. Estos hornos se construyeron a finales del s. XIX o principios del s. XX, y según explicaban en uno de los paneles, en 1907-1908 procesaban entre 40 y 50 t de mineral de hierro, que posteriormente se enviaba también a Ormaiztegi para su embarque en el ferrocarril junto con el mineral de Mutiloa.

Hornos de calcinación de Aitzpea.
Desde el punto de vista del Patrimonio, otra bonita iniciativa fue la recuperación de caminos para visitar y conocer la evolución de la minería en Zerain. Siguiendo uno de estos caminos llegamos a la casa de máquinas del ferrocarril construido por los alemanes y caminando un poquito más se alcanza la(s) cantera(s) de Basalategi, en donde se pueden extraer magníficos ejemplares de barita. Junto con las baritas, también recuperamos ejemplares de pirita y calcopirita sobre dolomita, muestras de galena y pequeños cristales, con cristalografía compleja, mucho brillo y transparencia de esfalerita. Comentar que Basalategi es el nombre de un caserío cercano.

Una vez apretó el hambre, regresamos al coche a comer y vuelta a Donosti, previa parada en Segura a tomar un cafecito. Una vez en Donosti, hicimos un intercambio-regalo de minerales con los que obtuve una muy bonita representación de algunos de los muchos yacimientos euskaldunes que me faltan.

Una bonita, entretenida y didáctica manera de bajar los polvorones navideños. En otro momento hablaré de la excursión bilbaina con mi buen amigo Juan Carlos. Un saludo a tod@s.